Agentes de la Policía Nacional especializados en la lucha contra la ciberdelincuencia, han detectado un considerable aumento de casos de esta variedad de “sextorsión”, que consiste en amenazar a los usuarios con la relevación de fotos, videos o información sobre su intimidad, obtenidas sin consentimiento previo, solicitándoles una cuantía económica a cambio de no realizar su difusión.
Para ello, les indican haber conseguido la contraseña de sus correos electrónicos o afirman haber instalado un malware en las páginas web pornográficas supuestamente visitadas. Además les indican haber conseguido imágenes o videos personales íntimos suyos tras activar la webcam de su ordenador cuando visitaban esas páginas.
Los “extorsionadores” solicitan pagos en bitcoins a diferentes monederos virtuales para no difundir las imágenes, debiendo abonar entre los 400 y los 2.900 dólares, en un plazo máximo de 24 horas.