La familia de Miguel era humilde y de origen campesino. Miguel había crecido en un pequeño pueblo de la región de Andalucía, en el sur de España, donde su familia trabajaba la tierra para sobrevivir.
Desde joven, Miguel había soñado con escapar de la pobreza y la monotonía de la vida en el campo y había decidido unirse al ejército en busca de aventuras y una vida mejor. A pesar de la resistencia inicial de su familia, Miguel logró convencerlos de que esta era la mejor opción para él y que podía tener un futuro más prometedor como soldado.
A diferencia de Juan, cuya familia era de la nobleza y tenía ciertos privilegios y riquezas, Miguel no había tenido acceso a una educación formal ni a los lujos de la vida en la ciudad. Sin embargo, había desarrollado una gran astucia y habilidades prácticas, gracias a su experiencia trabajando en el campo y lidiando con las dificultades de la vida rural.
Miguel estaba muy emocionado de unirse a las filas de los Tercios de España, ya que tenía la oportunidad de abandonar una vida de penurias y necesidades con el pretexto de la defensa del rey y de la patria. Sabía que la vida como soldado sería dura, pero también estaba convencido de que tendría la oportunidad de demostrar su valentía y hacer fortuna, para poder emprender una nueva vida y ayudar a su familia.
LA MARCHA DE MIGUEL
Después de hablar con su familia y recibir su bendición, Miguel decidió partir hacia Madrid para alistarse en el ejército y unirse a los Tercios de España. Sabía que la ciudad estaba lejos de su hogar en Andalucía, pero estaba decidido a seguir adelante con su sueño de convertirse en soldado.
Miguel se despidió de su familia con lágrimas en los ojos y prometió mantenerse en contacto con ellos siempre que fuera posible. Sabía que no sería fácil estar lejos de casa y extrañaría a sus seres queridos, pero también estaba emocionado por la aventura que se avecinaba.
Una vez en Madrid, Miguel se dirigió a la sede de reclutamiento del ejército español y comenzó el proceso de alistamiento. Tuvo que pasar por una serie de pruebas físicas y psicológicas para demostrar su aptitud para el servicio militar. A pesar de algunos desafíos, Miguel logró superar todas las pruebas y fue aceptado en los Tercios de España.
Durante el periodo de adiestramiento, Miguel entablo amistad con Juan.
Cuando se conocieron, Juan y Miguel rápidamente se hicieron amigos debido a su amor compartido por la patria y el deseo de servir a su rey, aunque cada uno por diferentes motivaciones.. A pesar de que venían de diferentes orígenes, Juan de una familia noble y Miguel de una familia campesina, compartían una fuerte determinación y valentía que los unía.
Miguel le comenta a Juan, que al ver que su familia tenía dificultades económicas, vio la oportunidad en el servicio militar como una forma de asegurar una fuente de ingresos regulares para ellos.
Cuando Miguel le reveló a Juan que una de las razones por las que se había alistado en el ejército era por dinero, Juan puede haberse sorprendido, pero probablemente lo comprendió. Después de todo, la situación económica en España en ese momento era difícil, y muchos jóvenes se alistaban en el ejército por razones similares.